“Meg 2: The Trench”

¿Por dónde empezar? Creo que es bastante obvio que en ‘Meg 2′: The Trench’ regresan los temibles tiburones que se creían extintos, Jason Statham es absolutamente indestructible, tanto por su plot armor como por sus habilidades de teletransportación, que quedan a relucir con la terrible edición de esta película. Es verdad, su personaje puede estar en punto A, y aparecer un par de cuadros después en punto B. ‘The Meg’, estrenada en 2018, sabía lo que era: una película de tiburones gigantes y destructores, sin demasiados dimes ni diretes. Ahora, su secuela se extravía en un mar de oportunidades desperdiciadas y es experta en el juego del auto-sabotaje. Lo último que una película así necesitaba era una especie de trama densa, con un sinfin de personajes y 2/3 de la película en donde su personaje titular, brilla por su ausencia.

La película se debate entre tratarse a si misma como una cinta seria de acción (de verdad, por gran parte de su tiempo lo intenta), y ser una película glorificada tipo B, que es en donde hay destellos. Las promesas de emoción sin sentido, adrenalina y momentos inverosímiles, quedan en meros chispazos, mientras la trama naufraga en un océano de ideas a medio cocinar. Los personajes, por su parte, son tan planos como las aguas en las que la película pasa tanto tiempo.

En lugar de liderar con fuerza y llegar a puerto como una versión mejorada y en esteroides de su antecesora, ‘Meg 2: The Trench’ se hunde en el abismo de la decepción y resulta difícil no considerarla como una de las peores películas del año, y una obra que naufraga en su propia falta de rumbo.

La frase: “Escúchame, weon. Jason Statham detiene a un tiburón con su pie. ¡CON SU PIE, WEON!”

Calificación: 4/10

MVP: El perrito que casi se come el Megalodón.

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